En términos generales, el consumo energético asociado a la edificación supone en torno a un 30% del consumo energético global en España. Esta energía cubre principalmente las necesidades de climatización (calefacción y refrigeración), agua caliente sanitaria e iluminación tanto en el sector residencial como en el sector servicios.

En muchos casos, la larga vida útil de las edificaciones y las instalaciones hace que el potencial de mejora en términos de Eficiencia Energética sea muy alto. Este hecho, identificado desde distintos ámbitos tecnológicos, sociales y políticos, ha llevado a la promoción de diversas medidas conducentes hacia la generalización de modelos basados en los denominados Edificios de Energía Casi Nula. En este sentido, las nuevas directivas europeas plantean un escenario ambicioso de aplicación de medidas de eficiencia energética en la edificación en el horizonte 2020.

Las mejoras en este campo pueden provenir de tecnologías tales como:
– Sistemas de climatización de alta eficiencia, tanto en la generación como en la distribución
– Aplicación de sistemas eficientes de iluminación
– Uso de sistemas de generación distribuida (microcogeneración, energías renovables) y realización de Smart    cities
– Aplicación de nuevos materiales y soluciones constructivas que mejoren la envolvente térmica de los edificios
– Sistemas de control y gestión, etc.